martes, 25 de diciembre de 2012

Martín Fierro. Literatura folclórica de tema gauchesco.

José Hernández.

En un lugar de Argentina, sentado frente a una mesa cualquiera, escribía José Hernández, lo que llegaría a ser su gran epopeya literaria. Nacido en Chacra de Puyrredón, provincia de Buenos Aires en 1834, pasaría gran parte de su infancia y  juventud en un ambiente rural. De los más jóvenes de la segunda generación de románticos. Vive las luchas entre unitarios y federales, tras la caída de Rosas. La literatura gauchesca nace como literatura pastoril. Los gauchos son personajes rurales que recitan versos. Se produce un interés a partir de la caída de Rosas y las guerras de la frontera por parte del hombre urbano y costero por el gaucho y las culturas del interior. Antes de Hernández, los autores de literatura gauchesca presentaban el mundo del gaucho desde fuera, como una convención formal, incluso ridiculizándola. Autores como Hidalgo, presenta el recuerdo de la patria a través de la payada. Ascasubi inscribe su historia en el modelo romántico de personajes marginales y E. del Campo escribe una obra dramática donde dos gauchos hablan y uno de ellos cuenta la ópera Fausto. La crítica se divide entre los que pretendían criticar a la cultura frente al acerbo popular o quienes hacen una parodia del gaucho. Estos escritores son cultos, educados en el ámbito europeo, donde se riduculiza. En cambio, A. Loussich da un giro y se centra más en sus costumbres ys u vida. Entronca con el Martín Fierro en que ambos hablan del mundo del gaucho y hay una especie de búsqueda de identidad.

Se trata, por tanto, de un poema narrativo en octosílabos formado por El gaucho Martín Fierro, 1872 y La vuelta de Martín Fierro, 1879. Reunidos en un solo libro apareció en 1919 bajo el nombre de Martín Fierro. Según palabras del propio Hernández, escribió la primera parte porque "...mi objeto ha sido dibujar a grandes rasgos, aunque fielmente, sus costumbres, sus trabajos, sus hábitos de vida, su índole, sus vicios y virtudes..." y la segunda, "Un libro destinado a despertar la inteligencia y el amor a la lectura en una población casi primitiva, a servir de provechoso recreo, después de las fatigosas tareas, a millares de personas que jamás hayan leído, debe ajustarse estrictamente a los usos y costumbres de esos mismos lectores, rendir sus ideas e interpretar sus sentimientos en su mismo lenguaje..." Cuando se exilia en 1870-72, parece que es entonces cuando escribe la primera parte. No se lo planteó como obra abierta. Ya en el título encontramos diferentes datos: gaucho, identidad argentina; Martín, el santo libertador; Fierro, hierro, en su forma antigua, que lo vincula a la cultura hispana tradicional. Compuesta por trece cantos. Critica la situación político-social, pero no ofrece soluciones. En 1879 publica la segunda parte, que consta de treinta y tres cantos. La situación político-social ya es diferente y Martín Fierro se reintegra en esa sociedad que rechazaba en la primera parte. No se puede entender la segunda parte sin la primera.

Hernández, al principio, se acerca a las ideas de los unitarios. En 1856 se comienza a sentir más cerca de los federales cuando observa que los unitarios rechazan el mundo provinciano. Los textos periodísticos que escribe hasta 1870 se centran entonces en el ataque a los unitarios y en defensa de los habitantes del interior, ya que a partir de 1853, estos jóvenes estaban obligados a hacer el servicio militar en las guerras de las fronteras, a diferencia de los de las ciudades, que podían pagar para no acudir. Esto es uno de los temas que  más se critica en Martín Fierro.

Los polos civilización-barbarie se proyectan de manera contraria. Civilización serían más los gauchos y barbarie la ciudad. El gaucho tiene la fe católica, símbolo de civilización según Hernández. Se ensaña en particular con el personaje de Sarmiento, que aprovecha estas guerras de frontera para eliminar a la población india y gaucha. La utilización de octosílabos que usa el gaucho, al igual que el latinismo Fierro, parece remitir a las formas del castellano del siglo XV o XVI, por lo tanto, no se aleja la herencia española.

Martín Fierro se convierte en un héroe trágico porque está lleno de sufrimiento. Lo presenta como producto de una sociedad, que le hace matar por necesidad. Va contando su vida para explicar una situación presente. Uno de los aspectos que  más llama la atención es la utilización del lenguaje con matices del habla típica del gaucho. Aunque hay un intento de ser fielmente interpretada, lo cierto es que la gran acumulación de barbarismos hace que  no se ajuste probablemente a lo que era su habla.

Así, con el Martín Fierro, Hernández consiguió poner la guinda al pastel de la literatura gauchesca, aunque se observe un cierto tono de paternalismo, supo recoger sus desdichas y  mostrar una difícil situación por la que el gaucho estaba atravesando.

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